Las habitaciones eran impecables, con un balcón, todo era de primera clase. Me ha encantado el desayuno sabroso y también increíble y la comida, porque estaba deliciosa.

El hotel era bien organizado, nos ha gustado mucho este lugar.

El hotel estaba súper limpio y tenía un personal muy atento y muy informado, era un lugar agradable para esquiar. Habitaciones lo suficientemente espaciosas y de buen tamaño con jardín, excelente vista, el balcón. La ubicación era bonita, estaba a 10 minutos andando de Marinzenlift. Además, estaba en el centro de la ciudad.

El hotel boutique es muy bonito y cómodo, con unas vistas preciosas a las montañas. Está muy cerca del casco antiguo de la ciudad y de un valle. Es un lugar excepcional.

El hotel cuenta con una ubicación privilegiada al estar al lado de la iglesia, lo que permite disfrutar de vistas panorámicas desde diversas áreas del establecimiento. Además, se encuentra en el centro de la ciudad, lo que facilita el acceso a los lugares de interés cercanos. Las habitaciones son amplias y limpias, con amoblamientos de madera y elementos antiguos que le dan un encanto especial.

Las campanadas del campanario próximo podrían llegar a molestar a algunos viajeros, aunque por lo general solo suenan en las primeras horas de la mañana.